Excepto Pinnacle y las casas de intercambio como Betfair, el resto de bookies tienen como actividad habitual limitar las cuentas de los jugadores ganadores. Es decir, mientras un jugador es perdedor, lo cuál es lo más normal del mundo, las casas de apuestas están encantadas. En el momento que un jugador pasa a ser ganador habitual, a la casa de apuestas se le encienden todas las alarmas y la cuenta de ese jugador es limitada. Eso significa que el jugador ya no puede apostar más que una cantidad irrisoria de dinero.
En mi caso me sucedió con Ladbrokes y fui limitado en ciertos mercados donde no podía apostar más de 5 o 7 euros.

Si releéis la entrada que hice en su día sobre
el margen de las casas de apuestas, os daréis cuenta de que estos señores ganan un sueldo. No son ninguna ONG que reparte dinero. Alrededor de un 93% de los jugadores son perdedores y el dinero de estas personas se lo queda la casa de apuestas. Qué menos que permitir al mísero 2%-3% de jugadores que son ganadores seguir usando sus servicios líbremente.
A raíz de esta práctica injusta y abusiva
ha aparecido una petición en change.org mediante la cuál se quiere conseguir su prohibición.
Hagamos piña, señores.
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