Cuando un buen tipster hace
su trabajo deja aparte todo sentimiento para dejar paso a números,
estadísticas, sentido común…y en función de esto apuesta o no.
El
apostador “de bar” perdedor a largo plazo apuesta mucho a la victoria de su equipo
(bueno, y a Madrid y Barca, que “siempre ganan”). Esto es peligrosísimo, ya que
la pasión por nuestros colores puede hacernos perder otro tipo de perspectiva,
incluso cuando el tipster es de nivel alto.
Por
ejemplo, una buena forma de apostar es coger un partido como por ejemplo el Valladolid-At.
Madrid y pensar las posibilidades que tiene cada equipo de llevarse la
victoria, sin mirar cuotas de momento. El Atlético es mejor equipo, aunque juega fuera, no
tiene bajas significativas…sin analizar más exhaustivamente digamos
que ganaría un 56%-58% de las veces, lo que significa una cuota entre 1,72 y 1,78.
Ahora
miremos cuotas. En el momento de hacer esta entrada la victoria del Atlético se
paga a 1,7 por lo que desde el punto de vista de este tipster no es conveniente
apostar ya que aunque a la corta podríamos ganar, a la larga perderíamos
dinero.
Yo hace años que tengo prohibido apostar por mi equipo.
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