
Voy a empezar con el consejo que a mí más me cuesta seguir: no debemos seguir minuto a minuto los
marcadores si hemos colocado una apuesta simple. Si la apuesta está
realizada y no tenemos pensado tradear con ella, dejémosla y ya miraremos su
resultado al cabo de un tiempo. Cuando hagamos el recuento diario, por ejemplo.
Se supone que nuestro trabajo de analizar el mercado, comparar cuotas y
elegir la mejor ya está hecho y finalizado, así que fuera preocupaciones, que
por mucho que miremos el marcador ya no podemos hacer nada. Perder una apuesta
es malo, pero sería todavía peor si además perdiéramos tiempo y estabilidad
emocional.
Si esa apuesta ha resultado ganadora, estupendo, y si ha resultado
perdedora debemos aceptar que perder es lo más normal del mundo. Todos los
tipsters, incluso el mejor, pasan por una mala racha y pierden apuestas. Perder
una apuesta no nos debe provocar otro estado más que el de indiferencia y
aceptación. Debemos evitar el pensar “qué lástima de minuto 90, que han pitado
penalti… ¿y si no lo hubieran pitado?” una vez más, esto solo puede provocarnos
inestabilidades.
El mundo de las apuestas es duro, sobre todo psicológicamente, no
hagamos que lo sea todavía más. Si se
pierde, se acepta. Lo peor que podemos hacer es seguir dándole vueltas a la
cabeza una vez acabada esa apuesta y encima llevarnos el mal humor fuera del
mundillo. Recordad que nadie en vuestro
entorno tiene la culpa de que os vaya bien o mal en las apuestas.
Como siempre aconsejamos, si estos simples consejos son demasiado
difíciles de seguir, lo más inteligente es apartarse del mundo del juego
parcial o totalmente. Se puede solicitar a las casas de apuestas un límite
total por apuesta, o incluso la autoexpulsión.
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