El otro día estuve “ojeando” una página bastante importante de apuestas,
y como tenía una sección de estrategias, fui a echar un vistazo, a ver qué me
encontraba.
De lo que leía se me quedaban los ojos como platos. Un iluminado
proponía lo siguiente en partidos de tenis, resumido:
1-Escoger un partido sin un claro favorito.
2-Apostar por el que tenga una cuota menor.
3-Si ese jugador va ganando dejamos la apuesta.
4-Pero si ese jugador va perdiendo apostar más cantidad por el otro
jugador (que ha pasado a ser favorito), de tal forma que si este último jugador
gana el partido acabamos con ganancias.
5-Si el primer jugador vuelve a dar la vuelta al partido apostar más
cantidad a que, una vez más, gana el primer jugador.
6-Y así hasta que se acabe el partido.
Me parecería correcto encontrarme esto en un blog semi-abandonado o
cutre, de tal forma que el lector lo pasará por alto y punto, si es que lo
llega a leer.
Pero no, aparecía en una página importante donde entiendo que el dueño o
dueños saben bastante de este mundillo para advertir “al toque” que esta
táctica es claramente perdedora tanto a largo como a corto plazo.