
Se
de algunos apostantes profesionales que tienen contactos en varios equipos de
divisiones altas, no solo en futbol. Qué importante sería llamar a nuestro
amigo Ryan Giggs media hora antes del partido y preguntarle cómo están los
ánimos en el vestuario del Manchester. Imaginaos que nos contestara: "Pues
verás, Van Persie se ha torcido el tobillo calzándose una bota y el chicharrito
Hernandez ha mentado a la madre del mister hace un par de horas y todo indica
que va a caerse de la convocatoria como castigo".
Seguramente
de esta información conseguiríamos una apuesta con valor.
La
información privilegiada no solo se puede conseguir de esta manera. Recuerdo a
una tenista que le bajó la regla en pleno partido de competición. Pese a ser
una de las favoritas, no consiguió llegar muy lejos en el cuadro.
Pues
bien, hubo unos apostadores que fueron calculando en qué días de los meses
siguientes iba a tener esta chica el periodo y le apostaron en contra en los
partidos que jugó durante ese tiempo pese a que siempre salía de favorita. Estos apostadores acabaron en
verde.
Sin embargo, las
casas de apuestas tienen muy controlado el mercado de los grandes partidos
donde se mueven grandes cantidades de dinero. En cambio, las ligas menores
pasan más desapercibidas y es más probable que una información privilegiada sea realmente privilegiada.
Entonces,
un buen apostador ganará más dinero especializándose en una liga menor (digamos
la segunda B española, por ejemplo) que en la premier league inglesa, donde sí
podrá apostar mayor cantidad de dinero pero sacará un yield más bajo, ya que
las bookies lo tienen todo mucho más controlado.
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